septiembre 13, 2010

No puedo (a Dante Sepúlveda y Álvaro Urrutia) de Aldo Novelli


No puedo escribir/ no puedo
y me duele el alma
me duele el alma desde la tapa de los sesos hasta los huevos...
es que no puedo escribir/ no puedo
y se me parte la cabeza y los ojos me arden
me arden tanto que no aguanto más
y con un cuchillo de cocina
me arranco el derecho como si fuera una bolita de vidrio blanda
como los relojes de Dalí y las mujeres de Picasso
como las babas del diablo que caen por mi boca
cuando no puedo escribir/ no puedo/ no puedo.

Y entonces me vuelvo loco
voy corriendo y saco la guita debajo del colchón
llamo a mis amigos y les pido plata
le robo los ahorros a mi vieja
y salgo decidido a comprarme una AK47 o una Magnum 44/
paso por la iglesia y pido perdón
negocio mi futuro cielo/
me cubro el hueco donde estaba el ojo con un parche negro
y me voy a Mc Donalds
y les grito donde están las hamburguesas de cartón y mierda que matan pibes
¡¡hijos de puta!! ¿dónde están?
y empiezo a disparar como un desquiciado contra el payaso Roland
y lo dejo perforado de lado a lado convertido en un guiñapo sanguinolento
contra un cartel de una hamburguesa gigante y jugosa/
mientras los estúpidos mirones de televisión tragan apurados
una Mc Nífica de doble queso y mierda picada.

No puedo escribir/ no puedo
y les digo ahora a ustedes:
es mejor que abandonen esas hamburguesas que están tragando
que apaguen el televisor
y se acerquen a sus hijos/ amigos/ hermanos o vecinos
y les pregunten dulcemente:
“que te pasa querido
acá estoy para escucharte
¿decime por favor/
que vas a hacer con esa metralleta checa de vacío
con una frecuencia de disparo de 600 balas por minuto
que tenés escondida debajo de la cama?”.

Aldo Novelli. Poeta, cuentista, ensayista, inquisidor del alma humana y habitante de bares nocturnos. Nació entre alacranes y cardos rusos gigantes, un 4 de marzo de 1957, en una madrugada de juerga y carnaval. Vivió en Challacó, un campamento petrolero en medio del desierto patagónico hasta los 13 años, en que se traslada a Neuquén, ciudad enclavada en el valle de las quimeras. Vagó por el país hasta retornar a la ciudad de las manzanas prohibidas, donde reside actualmente.